viernes, 1 de junio de 2012

Enrique Villarreal, El Drogas, músico

Foto: Natalia Somoza
«No me gusta repetir proyectos» 

Entrevista con Enrique Villarreal Arméndáriz, «El Drogas» 
Autor: Fer de Iruña 

Fotos: Natalia Somoza 


Hoy nos juntamos con Enrique Villarreal El Drogas, con motivo de la reedición del primer disco de Txarrena, que vio la luz por primera vez en 1992 y que ahora se reedita de nuevo, con un bonus track, otro cd (Libros prestados) con doce canciones acústicas e incluye catorce escritos aparecidos hace unos años en el periódico Gara (El ojo de la aguja). 

Háblanos de esta reedición de Txarrena. 
Llevaba tres años y pico intentando conseguir la autorización de Polygram para reeditar el disco, ha sido un currelo complicado en cuanto que ha pasado mucho tiempo y gente por la compañía de discos, la idea era haber sacado la reedición en verano (2011) y como no se llegó a tiempo se me propuso hacer un disco en directo, que fue el de la plaza de Los Fueros los Sanfermines pasados, y no me pareció mal, si no hubiera sido al revés, sacar la reedición entonces y haber hecho para acabar el tema de Txarrena un disco en directo. 
El caso es que a mí los planes me suelen cambiar de una semana a otra y no me parece mal continuar metido en lo que yo denomino «mi propio desastre», eso equivale a tener que estar pensando constantemente en historias e ir solucionando los problemas sobre la marcha; entonces, continuamos con la historia para la autorización, por fin se consigue y para ese momento tenía compuestas doce canciones nuevas, hechas desde la grabación del Azulejo Frío hasta ahora. Ha sido un año muy potente con el tema de mi madre, el tema del alzheimer, y he escrito canciones a saco, decido meterlas para darle ese punto intimista a la reedición, para ser intimista y personal no las podía pasar a un estudio y grabar con gente que entiende de guitarras y de cosas así, sino que me pareció buena idea el sacarlo desde casa y esa es la razón por la que decido meter Libros Prestados ahí. El Ojo de la Aguja fue una experiencia muy bonita para mí, es la primera y última vez que me dan el toque para escribir unas columnas, en el diario Gara, al cual estoy muy agradecido, porque no he puesto en agradecimientos nada, siempre falta algo, en este caso los agradecimientos a Gara, una experiencia muy bonita y única y me apetecía ponerlos en el disco. 

La canción «Sin Reverencias», es tipo tango, ¿hay ganas de cruzar el charco e ir a Argentina? 
A mí siempre me ha llamado la atención, sobre todo ir a Buenos Aires, me han dicho que hay muchas librerías y tiendas de discos, como podía ser aquí a finales de los 70, años 80, el nivel intelectual de Argentina siempre me ha llamado la atención, para algunos Argentina es un tema recurrente, para mí es una historia febril, porque sí que me apetece ir allá. 

Foto: Natalia Somoza


¿Qué tiene el Drogas con el Arga? 
Pues es el río que hacía de casa en los tiempos de txinorri y casi hasta la adolescencia, cuento historias en la canción «Debajo de aquel arbol», no acabo contando todas porque hay muchísimas, porque parte de la vida ha transcurrido a orillas de ese río, a los dos hijos que tengo les he enseñado a hacer chipi-chapa en el sitio que lo hacía yo, y alguna canción como «Sofokao» hace referencias a eso concretamente: «Y en el río le robaba la mirada a la luna» es hacer chipi-chapas de noche con la luna llena reflejándose y al bailar la piedra en el agua rompe con las olas la imagen de la luna, no sé, una historia muy mía y personal, y ahora enseñaré al nieto también, en el mismo sitio, eso lo tengo claro. 

Ahora toca presentar éste trabajo junto al maestro Txus Maraví, en Akustik Fraktion… 
Cada trabajo te permite buscarte las propias excusas para llevar a cabo de manera pública esas canciones; lo podía haber hecho solo, pero teniendo un guitarrista como Txus pensé que él iba a aportar su sabiduría musical a estas canciones y ponerle más sencillez si cabe de como yo lo hago. 
Esto va un poco enlazado con la idea que yo había tenido de tocar por las Casas de Cultura de Navarra con diez músicos; yo salí muy tocado positivamente con el Mordiscos, y aquella experiencia me llevó a rular una idea, que era montar una banda acústica, con Las Zíngaras y músicos de aquella experiencia y otros más, pero me sentaron un día en Last Tour a ver las cuentas y era imposible, aquello se quedó en el cajón. La recuperación de aquella historia, en vez de Casas de Cultura, pues es meterse en bares y otros locales. Ahora con Txus Maraví es más sencillo, coger el coche, meter las guitarras e ir p’allá. 

¿Tiene Txarrena fecha de caducidad? 
Siempre la ha tenido, estaba claro que iba a ser este año, ahora ya de caducidad para siempre, a mí no me suele gustar repetir los proyectos, el de Txarrena lo repetí por una serie de circunstancias, sobretodo por comodidad mental, ahora tengo claro que no habrá posiblemente otro proyecto con nombre diferente al que tiene mi propio mote, lo que haga, una vez puedo sacar un disco en eléctrico u otro en acústico, voy a hacer lo que me apetezca en cada momento. 

Fiestas del barrio, concierto «sorpresa» en Herri Parkea ¿Cómo es eso de pillar un enchufe, tocar en el suelo y además en casa? 
Para mí es algo fundamental, el volver a tomar la calle, además ahora no tengo que estar preguntando a nadie porque sé que la gente con la que estoy tocando están encantados de hacer este tipo de acciones y ya está, te llevas una alargadera, buscas un lugar donde te permitan enchufar y tira, ahora apetece hacer esto con acústicas porque permite introducirte en lugares donde de otra manera es más complicado y así, si hay que correr es más fácil (risas). 

Txantreano de pro ¿Cómo ves el barrio hoy en día? 
Yo lo veo, no sé, pues posiblemente como lo tengo que ver a mi edad, lo veo con mucho coche, yo también tengo, je, ya no es como cuando todavía estaban sin asfaltar las calles, ponías dos piedras en un lado y dos al otro y eso eran las porterías, estabas jugando a fútbol en lo que luego han sido las carreteras. Yo veo que se está dejando llevar por lo que es la fórmula de casi cualquier barrio, todavía a la Txantrea le queda ese meneo, ese asociacionismo que muchos de los barrios no sé si han perdido, por lo menos los nuevos es complicado que lo tengan. Lo veo diferente a mi época, pero también veo que mi hija de 15 años lo está viviendo, bueno, pues como son los tiempos y sigue sintiéndose txantreana pues hasta la médula, para ella las fiestas de la Txantrea son más importantes que Sanfermines, para ella las reuniones con la gente del instituto para hablar de las historias son fundamentales, con lo cual sí que me recuerdan muchas cosas a como cuando yo estaba en Irubide o cuando saltábamos a hacer barricadas en las entradas al barrio para no dejar entrar a la poli, no sé, un poco ese tipo de historias continúa. 

Foto: Natalia Somoza


¿Planes del Drogas para 2012? 
Pues ahora ya ha empezado el punto final con Txarrena, nos quedan algunas actuaciones en eléctrico, hacer historias acústicas con Txus y a partir de septiembre empezar una historia nueva, con otro nombre, con la misma gente, aprovechando que los Koma van a hacer un parón, me ha venido bien embaucar al Brigi, entre otras cosas porque me parece uno de los personajes que he conocido más intuitivos dentro de la música y me encuentro muy a gusto trabajando con él, y con Txus y el Flako lo mismo, me encuentro muy apoyado con todo lo que propongo, digamos que va a ser esa continuidad de Txarrena, pero no me gusta llamarlo así cuando se hacen versiones de otros grupos, en este caso de Barricada que es lo que a raíz de septiembre… en fin, una retrospectiva, no sé, canciones que me gustan por lo que dice la letra, un repertorio de unas tres horas y p’adelante, si en un momento dado pudiéramos llegar a las cuatro horas sería el summun del tema.


Somos la Banda Motxila 21

Culo inquieto donde los haya, acompañas a los Motxila 21 allá donde van, recientemente han presentado el videoclip Somos la Banda Motxila 21, grabado por Iñaki Alforja ¿Cómo fue la grabación? 
Una experiencia muy bonita como todo lo que rodea a esta banda, el conocer a estos personajes ha supuesto el saber que es una historia imprescindible, si alguna vez llega el día que decidan que hay que dejarlo ya para mí va a ser un palo de la leche. El ver como están veinte minutos antes de cada ensayo, todos los martes, esperando a entrar para darle, no pasa en ningún grupo, esa hiperactividad que se tiene cuando tenemos bolo, acabar los festivales y verlos emocionados…, a mí todo eso me alucina, el ver como realmente se creen lo que es la historia esta de la farándula. 

¿Y cómo es el Drogas Motxilero? 
Joé, pues nada, cojo la acústica y me pongo a tocar, soy una veintidosava parte de la historia, aporto lo que buenamente sé y aprendo como en otras historia a relacionarme con las personas. Para mí supuso una historia la primera vez que iba a ensayar con ellos, una historia chocante, yo tenía, como en muchos otros temas, una ignorancia total sobre la temática del Síndrome de Down, antes de ir, durante todo el día dándole vueltas: tendré que intentar no ser pedante, a ver qué les digo…, no sé, le daba muchas vueltas a cómo tendría que actuar delante de ellos, me daba mucho miedo, total, que fue llegar al local y fui recibido con abrazos, con aplausos, ese Drogas p’aquí y p’allá, y a partir de ese momento todo lo que había pensado no sirvió de nada porque ya me vi integrado en la historia. 
Esa experiencia fue relativamente corta porque fueron un puñadico de ensayos para una fiesta en Navidad que es un poco lo que ellos hacían, llamar a un invitado para la fiesta que hacían para los familiares, acabó la fiesta y te entra una tristeza impresionante, piensas, bueno, iré a verlos a algún ensayo y ya los veré con el siguiente invitado, que fue El Piñas, y éste se negó a salir de la historia después de su fiesta de navidad, entonces me volvieron a dar el toque, que aquí se está muy a gusto, que hay que seguir y tal, y dije que sí antes de que acabaran de preguntarme y ahí empezó todo este maremágnum en el que llevo cuatro años, ellos llevan más tiempo, ya te digo, para mí, algo imprescindible.

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