Comunicado: Arantzadi Bizirik
Tal y como este Ayuntamiento ya nos tiene acostumbrados. Con nocturnidad, premeditación y alevosía, aprovechándose de la fuerza intimidatoria (no moral) que otorgan los despliegues policiales y vulnerando cualquier tipo de legalidad. Las huestes de don Enrique Maya y Simón Santamaría han entrado y arrasado la histórica huerta de Beroiz. Atropello mayúsculo que a buen seguro pasa a engrosar la ya de por sí larga lista de irresponsabilidades en este megalómano proyecto de Arantzadi.
Desde antes incluso de las 6:00 de la mañana multitud de personas han pretendido acceder pacíficamente a la Casa de Beroiz para mostrarle nuevamente su apoyo, pero como ya ocurriese en el día de ayer, el dispositivo policial impedía cualquier tipo de acceso no ya a la zona de obras sino simplemente a los viales y espacios de libre circulación.
Este operativo y tal y como desde este mismo blog denunciamos ayer mismo, no tiene por fin otro objetivo que el de aislar la zona e impedir la visualización publica del destrozo ocasionado. Ojos que no ven corazón que no siente, han debido de pensar nuestros brillantes ediles. Unos concejales que esta misma mañana en el pleno del Ayuntamiento nos hablaran de legitimidad democrática, y austeridad económica pero que horas antes no han tenido ningún remordimiento en intimidar a la ciudadanía y aplastar con sus pesadas máquinas multitud de hortalizas, verduras y demás ricos alimentos que a ellos les sobran pero a otros muchos nos faltan.
La huerta de Beroiz era el máximo exponente de la ciudad en todo aquello referente al cultivo ecológico y las buenas prácticas con la tierra. El futuro parque de Arantzadi en cambio va a representar la sinrazón, la banalidad y la demostración más práctica de cómo los grupos municipales sucumben a los intereses igualmente privados de UAGN, CAN-CAIXA y el Opus Dei.
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