miércoles, 17 de agosto de 2016

Fallece Mari Carmen Asensio Villanueva, la txantreana que se despeñó desde 20 metros cuando veía en Falces el encierro del Pilón


Las banderas oficiales de la fachada de la Casa Consistorial de Falces ondean con un crespón negro en señal de duelo por el fallecimiento de María Carmen Asensio a consecuencia de las heridas sufridas al resbalar y caer por un barranco de la cuesta del Pilón tras el segundo encierro de las fiestas.
En una sesión extraordinaria urgente celebrada, tras conocerse su muerte, el Consistorio trasladó su profundo pesar y condolencias a la familia de esta pamplonesa.

Asimismo decidió suspender el concierto organizado para la tarde de ayer en la plaza de los Fueros en señal de duelo y acordó colocar un crespón negro en las banderas oficiales de la fachada de la casa Consistorial durante tres días.
DOLOR EN FALCES Un tremendo escalofrío recorrió ayer a los espectadores y aficionados al encierro de El Pilón de Falces, una carrera con una historia que se remonta a hace más de medio siglo cuando las vaquillas descendían hasta la localidad entre esas peñas enormes. Hasta ahora, no constaba en la localidad una víctima mortal en la carrera, pero ayer se confirmó precisamente la primera tragedia. Mari Carmen Asensio Villanueva, txantreana de 53 años y que presenciaba el lunes como espectadora el encierro en la ladera izquierda de la bajada, falleció ayer tras haber sufrido una precipitación tremenda. La mujer no pudo recuperarse en la UCI del Complejo Hospitalario de Navarra (CHN) de las tremendas heridas sufridas, sobre todo, un traumatismo torácico y otro craneoencefálico, al caer desde 20 metros al vacío y golpearse contra las rocas. Se encontraba en una zona en la que no había vallado a sus espaldas ni al frente. Dicha ladera es una de las más peligrosas por lo escarpado del lugar y el escaso espacio para situarse entre el recorrido y el precipicio, más cuando hay gran afluencia de espectadores en El Pilón como ocurría el lunes.
DONACIÓN DE ÓRGANOS La mala suerte se cebó con el destino de Mari Carmen Asensio que, al parecer, pudo tropezar cuando se disponía ya a descender por el recorrido habitual y cayó de espaldas al vacío. La vecina de Pamplona se encontraba en la carrera junto a su esposo, Félix Chocarro, y su hijo Iker, que estaban a su lado y en la misma linde del camino. Conviene recordar que el accidente se produjo una vez terminado el encierro y que el día anterior, el jefe de lidia, el joven Imanol Henares, también se despeñó en la misma zona. Así como Henares sufrió un costalazo y, sobre todo, múltiples arañazos porque fue rodando por el barranco, el accidente de Asensio fue más grave. La mujer tuvo la desgracia de que su caída no fue amortiguada por las zarzas y la vegetación de la zona e impactó directamente golpeándose contra una zona pedregosa. Los servicios de emergencia acudieron en su auxilio, tras la alerta dada desde el barranco de enfrente. Asensio perdió el conocimiento y su pronóstico era muy grave desde un comienzo. Poco a poco, conforme fueron pasando las horas, su estado fue empeorando. Finalmente, tras proceder su familia a donar sus órganos, su fallecimiento se confirmó ayer al mediodía.
UN LUGAR PELIGROSO Los vecinos de Falces, acostumbrados a incidentes de todo tipo con este encierro, no recordaban sin embargo un suceso de esta gravedad. El accidentado encierro del pasado lunes se había saldado con siete heridos en la propia carrera, pero otra vez El Pilón volvió a confirmar que el peligro de esta carrera no está solo en el propio tránsito de las vaquillas sino en el riesgo que entraña la multitud de personas diseminadas por la montaña y con escaso espacio para hacer pie. El Ayuntamiento de Falces se reunió ayer de urgencia al conocer el fatal desenlace. Decidieron suspender un concierto, poner crespones negros y seguir hoy los encierros.

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