viernes, 7 de octubre de 2011

Ultramarinos Begoña. La tienda que vio crecer el barrio

  • Ultramarinos Begoña es una tienda sin rótulo, de pan, periódico y mostrador, en la calle Mendigorría, una de las primeras y principales arterias de la Chantrea. El barrio se desarrolló en los 50, pero antes ya había algunas casas en la zona, entre ellas la que vio nacer al comerciante Juan Noguera.
¿Cuándo se abrió la tienda?
Creo que hace casi 37 años, nada más construirse estos bloques de edificios. La puso en marcha una persona de Noáin, después tuvo otro propietario y yo soy ya el tercero. Llevo aquí 26 años.
No tiene rótulo, ¿pero sí nombre?
Sí, Ultramarinos Begoña. Ella es mi mujer, viene de vez en cuando a echar una mano...
¿Usted también es del barrio?
Sí, sí, aquí llevo desde el año 50, cuando nací. Mi familia vino en el año 36, cuando el barrio actual aún no existía. Sólo había tres o cuatro casas, la nuestra y otras en la esquina con la calle San Cristóbal. Recuerdo también en la avenida de Villava un convento de frailes y luego Capuchinos Viejo, que ya no existe, donde había un bar, llamado Soto, un estanco y una peluquería al menos. Yo me asomaba a la ventana de casa y veía el psiquiátrico.
¿Sigue en el barrio?
Sí, sí, aquí he vivido siempre. Sobre el año 55, siendo aún muy niño, mi familia se trasladó a una de las viviendas del patronato y nosotros también vivimos en la misma zona. Lo que hoy se conoce como la Chantrea tiene entre 55 y 57 años, más o menos, pero antes ya había por aquí algunas viviendas, esas pocas que he comentado.
¿Los clientes también son habituales?
Sí, de toda la vida, vecinos del entorno, que compran pan, periódico...
¿El horario es amplio?
Abrimos de 7.30 a 14 horas y de 16.30 a 19.30 horas, y los domingos, por las mañanas.
¿Qué nos puede contar de bueno del oficio?
Bueno, es un trabajo que da para vivir, para sobrevivir en estos tiempos.
¿Se nota la crisis?
Claro, sí, también aquí. Si la bajera no fuera mía ya habría cerrado. Esa es la ventaja. Por otro lado, en cuatro años me jubilo así que hasta entonces tiraremos y si la cosa se pone muy complicada, pues me tendré que jubilar de manera anticipada.
Mientras responde a las preguntas, Juan Noguera atiende a los clientes que entran y salen, la mayoría con pan y prensa bajo el brazo, acompañado de un saludo amable. Sorprende la variedad de tipos de pan que han ido poblando la estantería en la que hace tres décadas sólo convivían la barra normal y la integral.
¿Cuántos tipos de pan vende?
Uf!, más de diez. Normal, integral, de cereales, chapatas, campesina, galleta, gallego, además de bollos..., no sé, para todos los gustos. Y aún hay más eh?, pero yo no los tengo todos.

SU HISTORIA

1974 CALLE MENDIGORRÍA. El año de fundación es aproximado, es la fecha que recuerda el actual propietario y algunos vecinos.
Sala de juegos. El local de la calle Mendigorría se proyectó como una sala de juegos, hace casi 40 años. Pero la iniciativa no obtuvo el preceptivo permiso municipal, al parecer tras las protestas de los vecinos, no conformes con el tipo de negocio.
Alimentación. Los promotores cambiaron de idea y decidieron abrir una tienda de alimentación en el mismo local. Juan Noguera Arrastia es el tercer propietario del establecimiento, en el que lleva 26 años. El comercio se llama Ultramarinos Begoña, nombre de su esposa, quien le ayuda algunos días en el negocio.

Autor noticia: PILAR FDEZ. LARREA . 
Fuente: Diario de Navarra, 7 de octubre de 2011. 



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