«Los sanfermines me tienen enamorado»
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| Foto: Alberto Fernández |
En los dos últimos años has sido el animador de las horas previas al encierro en la plaza de toros, ¿cómo surgió esta idea?
A resultas del último montón en el callejón de la plaza y un endurecimiento de la Ley de Espectáculos para garantizar una mayor seguridad en todos los eventos públicos, la MECA tuvo que controlar la entrada todas las mañanas para poder acceder a la plaza para ver el encierro. Todos recordareis que antes, entre semana, el acceso a los tendidos era gratuito. Entonces la Junta Taurina y la Casa decidieron que estaría bien amenizar la espera del público y ofertarles más actuaciones además de la famosa Banda del Maestro Bravo y la suelta de vaquillas. Para esto contrataron a Producciones Audiovisuales 601 que, a su vez, me llamaron a mí para hacer de comentarista.
Tengo que agradecer a Elvira Obanos que fue quien propuso mi nombre para realizar este cometido y a la Productora 601, así como a la Casa y Junta Taurina por considerarlo.
¿Y cuál es tu cometido durante ese tiempo?
Es muy bonito porque tengo que hacer las funciones de un presentador para ir dando paso a las actuaciones que se desarrollan en el ruedo y en las pantallas, animar al público y recordar las advertencias de seguridad. Sobre todo esa que tanto gusta a la gente de: «Atención mozos de la Plaza, dejen trabajar a los dobladores».
Alguien tan sanferminero como tú lo disfrutará muchísimo, ¿no es cierto?
Ya te puedes dar cuenta de que me la gozo. Me encanta hacer esto y sé que al público le gusta mucho. Además, he recibido siempre muy buenas críticas. En el corazón la que me dedicó Mariano Pascal en sus crónicas taurinas el año pasado.
¿Luego te pone cara la gente que oye tu voz por la megafonía?
Sí (risas), ¡lo que me faltaba!, me voy a hacer más famoso que El Tuli. Me pasó una anécdota muy emotiva y graciosa el pasado 14 de julio, cuando bajaba en la villavesa después de la última mañana en la plaza.
Bajaban varias familias y una cuadrillica de adolescentes que habían estado en el encierro, y un chaval muy gracioso venía imitándome sin saber que estaba allí. En esto, saludé a unos conocidos y el chaval me reconoció. Fue tremendo… Todo el autobús me hizo la ola, me corearon y se hicieron fotos conmigo. ¡Parecía Padilla!
Es una gran responsabilidad, tendrás que limitar la fiesta por la noche para poder madrugar…
Por supuesto. Y, digo de verdad, que me cuesta mucho porque me va mucho la juerga, pero es una responsabilidad y un trabajo para el que tengo que estar bien y lúcido. Me debo a quienes confían en mí y al público. Además tengo que cuidar mucho la voz. De todos modos, cada vez vivo más intensamente los Sanfermines de día.
También has participado desde hace muchos años en otros momentos de la fiesta. Cuéntanos…
Llevo 23 años en la Plaza. Comencé gracias a Pablo Arrastia como acomodador en la andanada y luego pasé de portero exterior. O sea, que soy de los «boinas verdes» (risas). Disfruto mucho con el ambiente de nuestra monumental pamplonesa.
También, durante muchos años, desde los catorce hasta los treinta y tantos, estuve llevando la cruz arzobispal en la procesión y ayudando en todos los actos litúrgicos de las fiestas. Soy también de la Corte de San Fermín.
¿Cuál es tu momento preferido de los Sanfermines?
Los sanfermines me tienen enamorado. Disfruto y me emociono con muchos actos y momenticos, pero cada vez tengo más claro que los mejores son los que surgen de forma espontánea.
Un deseo para estas fiestas…
Lo que dice la Aurora de San Fermín: «Qué sean estas de gozo y paz…». Que todo transcurra bien y sin percances. Que todas las personas se puedan divertir en libertad según sus opciones, preferencias y gustos. Unas fiestas cada vez más populares según los mejores valores de nuestro pueblo. Y a toda mi vecindad txantreana: Jai zoriontsuak. Gora San Fermín. Os espero en la plaza!!
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