miércoles, 14 de marzo de 2012

Las huertas de Iruña hicieron Iruña

Fuente: Diario de Noticias
Maya Bernal Sancho, Iñaki Aldaya Berroeta, Juan Manuel Esparza Zabalegui, Jesus García Vicente, Roberto Osinaga, José Mari Ezkubi Larraz, Juan José Grao Pérez, José Paulos Vazquez, Ana Blanco Ansorena, Mikel Zalba Dufur

NOS vemos los amantes de Arantzadi, usuarios y hortelanos, en la tesitura de explicar a la ciudadanía, y sobre todo, a los que tienen poder municipal, algo muy evidente. Los primeros pobladores del meandro escogieron el lugar por la fertilidad de su huerta, creando así la base alimenticia del primer asentamiento. La ciudad, como casi todas, fue creada por sus huertas. Los hortelanos, como contaba Javierito Aldaya, dirigían las riadas con compuertas milenarias para asentar los limos, al estilo de los egipcios. Esa fertilidad permanente hizo grande a Pamplona.

Agustín Beroiz, que cultiva una huerta que representa el mejor centro de interpretación de la agricultura sin costar un duro a las arcas municipales, dice que la huerta debe oír la campana de la catedral.
Pamplona tenía huertas dentro de sus murallas, y en todos sus barrios. Se perdieron las de Rotxapea, las de Iturrama, las del camino Esquíroz y tantas otras... y las que quedan de puro cercanas, parece ser que hay quien las ignora.
¿A quién se le ha ocurrido esta idea? ¿Retroceder en el tiempo y cambiar 80.000 m2 de tierras fértiles y productivas al pie de la ciudad por 60.0000 m2 de "bosque inundable" y otras zonas urbanizadas, para "interpretar" lo que ahora está vivo? Nos recuerdan a los romanos de Astérix: "vamos a talar el bosque para hacer un parque natural..."
Un trabajo estéril y completamente inútil que nadie ha demandado y encima, con los tiempos que corren, con un gran coste económico. ¿Todavía hay gente por ahí que inventa proyectos, como el circuito de Los Arcos y otros, que cuestan millones de euros en pérdidas cada año?

Las obras de este despropósito están valoradas en diez millones de euros, los técnicos van a cobrar 1.800.000 euros por proyecto y dirección, (a estos esta carta seguro que no les gusta nada, como a otros, que ya están con la calculadora). Europa parece que va a subvencionar con 3.600.000 euros y el resto lo pagaremos los ciudadanos. Una vez terminada esta obra faraónica, los mismos técnicos calculan que su mantenimiento costará 400.000 euros al año.

Esto con miles de parados que podrán disfrutar dándose paseos relajantes en el bosque inundable y acudir a diario al centro de interpretación a ver unas lechugas que van a costar a precio de diamante. Ver y no tocar.
Pero encima se rema contra corriente, porque a nivel mundial se apuesta por el cultivo local, la autonomía alimentaria, la sostenibilidad de las ciudades y la creación de huertos. Hoy en día los alimentos recorren miles de kilómetros y bastaría una sola huelga de transportes para dejar las estanterías vacías.

La cumbre de la tierra de Río Janeiro en 1992, el programa del 2007 de las Naciones Unidas por el medio ambiente, la FAO, Intermon Oxfan y otros organismos internacionales coinciden en la necesidad de desarrollar huertos allí donde puedan hacerse. Hay colectivos como Bajo el asfalto está la huerta que reivindican espacios urbanizados, con este fin. Los huertos organopónicos de La Habana se extienden por Sudamérica. En 2001 Tokio aprobó una norma por la cual todos los edificios de más de 1.000 m2 de cubierta deben destinar un mínimo de 20% a cultivos. Alemania cuenta con más de 13 millones de m2 de huertos urbanos y esta tendencia se promueve en Gran Bretaña, Hungría, Suecia, Holanda y USA. Hay dos mil huertos dentro de la ciudad en Nueva York. Podíamos seguir con Barcelona, Aragón, Canarias, Andalucía...

Vitoria, galardonada por su bien hacer, ha hecho huertos para jubilados, corriendo el Ayuntamiento con todos los gastos, infraestructuras, máquinas y gasoil. Berriozar y Zizur van a hacer huertos, en Tafalla se recogieron 1.500 firmas para la protección de los huertos y en Olite llevan décadas disfrutando de huertos comunales cedidos por el Ayuntamiento. Diles a las gentes de estos pueblos que van a hacer un parque en sus huertas y verás. ¿Estás tonto o qué?

Son muchos los expertos que señalan los beneficios terapéuticos y sociales de la horticultura, por esta razón se promueven huertos para discapacitados, jóvenes con exclusión social, parados y jubilados...
Hay un pleno municipal para decidir. Apelamos al sano juicio de los concejales, porque con esta crisis no está el horno para bollos ni despilfarros. Atiendan lo urgente, que esa es su obligación sobre todo, esos grupos que alardean de políticas sociales.

En todo caso, sabed que rectificar es de sabios pueden hacerlo ahora o puede hacerlo otro Ayuntamiento con visión de futuro y volver a talar el parque para hacer huertos. Tiempo al tiempo.

Moratoria, debate social, huertas vivas

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