La suerte toca de lleno Pamplona por segundo día consecutivo, en esta
ocasión de la mano del sorteo ordinario de la Lotería Nacional, que
repartió ayer tres millones de euros en un local dedicado a la venta de
lotería del pamplonés barrio de la Txantrea. El premio, del que se
desconoce por el momento el afortunado o afortunados, fue expendido
mediante terminal, una práctica que se va afianzando poco a poco en
detrimento del billete tradicional y comienza a entregar suculentos
premios.
El primer
premio del sorteo de la Lotería Nacional, dotado con 600.000 euros,
correspondió al número 80.910 y quedó repartido en varias ciudades como
Andújar, Cardedeu, Madrid y Santander, además de Pamplona. En el caso de
la capital de la Comunidad Foral, el boleto premiado se hizo con tres
millones de euros, ya que según explicaron desde la delegación navarra
de Loterías y Apuestas del Estado se llevó el premio especial al
coincidir además con la serie (séptima) y la fracción (primera)
premiadas.
El encargado de repartir la lluvia de millones fue Javier De Julián Oroz, propietario de un pequeño local dedicado a la venta de participaciones para los sorteos de Loterías y Apuestas del Estado en la zona de Orvina, en el pamplonés barrio de la Txantrea.
Lo que antiguamente era una droguería en la calle Villafranca, en los últimos años fue transformándose hasta instalar un terminal de apuestas. Este aparato fue el que sacó el número premiado, no se sabe si al azar o seleccionado por el cliente, ya que la ventaja de los terminales es que se puede elegir el número, ofreciendo así un abanico más amplio que los tradicionales billetes repartidos por las diferentes administraciones.
El local situado en la calle Villafranca número 6, que ayer repartió los tres millones de euros, ya es un viejo conocido de la diosa Fortuna y en otra ocasión entregó un premio de más de un millón de euros. "No es la primera y espero que tampoco sea la última vez que entregamos un premio tan grande. Es poca gente la que juega a estos sorteos, pero ya estamos acostumbrados a dar premios, alrededor de 3.000 euros por semana", explicó ayer satisfecho De Julián.
La persona que anoche se acostó con seis ceros en su cuenta todavía es un misterio y, previsiblemente, lo seguirá siendo. "Pasará desapercibido, como casi siempre. Seguro que es alguien del barrio, que son todos muy buena gente, y vendrá aquí muchas más veces, incluso le veremos todos los días, pero no sabremos que es él", comentó entre risas el propietario quien a pesar de haber dado más premios se mostraba tan ilusionado como la primera vez.
Fuente: Diario de Noticias.
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